Entro por la puerta. Solo suda, no piensa. La respiración se corta“¡Que es esa wea!”. Miles de moscas muertas y baratas agonizando en la alfombra. Respira. Comienza a escupir acido rojo hasta tornarse verde. El olor es insoportable y se cumple el objetivo. Esto querían lograr, no cabe duda. “Pulverice debajo y detrás de los muebles, desagües, grietas, zócalos, pisos, paredes, tuberías y todo lugar donde los insectos puedan esconderse. No exponer a temperatura mayor de 50º C. Su ingestión es fatal. No provocar el vomito. En contacto con la piel, lavar con abundante agua y jabón. Si se inhala en exceso, retirar a la persona a un lugar ventilado.”
"Cuando desperto, La Madre un estaba ahì"
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